Crema hidratante DIY
Hola familia!!
¿Como estais? Nosotras genial, para variar seguimos buscando recetas y formas de volvernos lo más naturales posibles con el mínimo gasto. En nuestra batalla contra el gasto innecesario y el retorno a lo natural nos hemos dado cuenta de que las cremas hidratantes que realmente funcionan resultan excesivamente caras y no siempre traen buenos resultados o al menos todos los que esperamos.
En mi caso, ya de normal tengo la piel hecha unos zorros a causa de mi piel atópica por lo que se me va un dineral en farmacias y en formulas que me duran muy poco. Soy una autentica esponja con las cremas y en invierno aún más. Como intuiréis mi piel tiene tendencia entre seca y muy seca y con la llegada del invierno se agrava ya sea por el frío o simplemente por el roce de la ropa. Yayamanolis como es de esperar comparte esta misma caracterítica conmigo (o mejor dicho yo la comparto con ella jeje cosas de la genética) por lo que normalmente haremos formulas destinadas a pieles sensibles y secas.
El problema que nos trae hoy aquí es el de siempre: las cremas de hoy día tienen químicos de todo tipo y realmente nunca llegamos a saber que tienen y no sabemos si el remedio es peor que la enfermedad. Así que en un intento por solucionar nuestro problemilla nos hemos liado la manta a la cabeza y hemos optado por lo natural, hacernos nuestra propia crema a medida de nuestras necesidades. En este caso, hemos hecho una crema corporal hidratante usando manteca de karite.
Para ello hemos comprado lo siguiente: manteca de karité cruda, aceite de coco solido, aceite de almendras solido y una perla de aceite de onagra.
Para empezar, derretimos la manteca de karite y el aceite de coco a baño maría en un recipiente medidor limpio y cristal. A fuego medio, removemos con una cuchara de madera o plástico a fuego lento hasta que esté todo bien mezclado. Dejamos todo enfriar 3o minutillos y a continuación cogemos el aceite de almendras o cualquier otro que nos guste y lo mezclamos en el recipiente junto con la manteca de karité y el aceite de coco sólido. Lo movemos todo un poco y lo ponemos en la nevera hasta que se solidifique. Cuando veamos que empieza a tener una cierta consistencia, removemos hasta que la mezcla tenga la fluidez de una crema.
Finalmente, la colocamos en un recipiente limpio y transparente. Nuestra crema ya estaría hecha pero para que la crema nos aguante y no caduque al poco tiempo pinchamos la perla de aceite de onagra y lo vertimos en la mezcla. Y..tachaaaannn!!! Ya tenemos nuestra crema lista para utilizar. Os recomiendo que la conservéis en un bote de cristal y lo guardéis en un sitio fresco y que no le de mucho la luz. Recordad que estamos ante un producto natural sin conservantes artificiales por lo que tendremos que tener especial cuidado en su almacenamiento.
Como veis es una receta muy sencilla para principiantes pero, como todo, se puede mejorar. Se le podría dar un puntito de gracia añadiendo las esencias que queráis o poniendo una crema base para que la piel pueda absorverla mejor si veis que queda demasiado aceitosa para vuestro tipo de piel pero ese tema lo trataremos más ampliamente en post próximos. Esperamos que os haya gustado!
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